La mitomanía es un trastorno psicológico de la personalidad, se llama mitómano o mentiroso patológico a quien tiene una conducta repetitiva de mentir para buscar beneficios inmediatos, atención, admiración y supuestamente respeto.
El mitómano es obsesivo compulsivo, crea sus propias historias y fantasías, generalmente busca “evadir responsabilidades”, este hábito nefasto crea graves perjuicios para sus semejantes, un mentiroso describe con lujo de detalles cuentos o historias que supone “nunca” lo delatarán, el mentiroso está en la práctica permanente de imponer “su verdad”, hace gestos y adopta posturas o actitudes como parte de su audacia.
La mentira es un hábito malsano que se practica para lastimar a alguien, causar daño, o provocar grandes desastres sin importar si hay sufrimiento o pérdida de vidas humanas. Al final el único engañado es el propio mitómano, porque la verdad más temprano que tarde siempre llega, los mediocres siempre tienen excusas para justificar sus errores e ineficiencias.
Muchos líderes extremistas (de izquierda o derecha) se creen redentores y autosuficientes, han mentido tantas veces que han construido imperios del miedo y el terror, muchas mentiras han servido para incitar a la violencia y sacrificar a millones de seres humanos.
La historia de la palabra es la historia de la humanidad, algunos políticos confunden valores humanos con machismo, autoritarismo, venganza y narcisismo, mantienen los poderes del Estado bajo control, conservan prebendas y canonjías e inventan historias para hacer creer a la gente que vivimos un mundo de felicidad y fantasía.