Resulta paradójico que quien perdió el curso sea el que alcanzó mejor puntuación. Pero esto sucede con la elección del nuevo Contralor.
El mejor puntuado reprobó en poner atención a las obras y contratos de alto valor de inversión; reprobó en auditar los incrementos en los costos; reprobó en analizar los incrementos patrimoniales de los responsables de las obras; reprueba en la oportunidad de informar a la ciudadanía, cuando recién ahora publicita lo que se está haciendo o se intenta hacer mientras los ladrones ya han huido del país y el escándalo de corrupción es mayúsculo.
Sin embargo es el mejor puntuado para ser reelegido. Que contrasentido.