He leído detenidamente el editorial de Lolo Echeverría: ‘¿Qué pasa con los medios?’, en EL COMERCIO del 1 de julio y comparto totalmente su análisis. Últimamente he leído periódicos como El Clarín, a más de estar informados, le dejan a uno con el deseo de conocer más sobre determinados asuntos; uno siente la necesidad de razonar; esto es lo que debería provocar la lectura de un periódico; también la objetividad y para esto, también, el buen uso del idioma.
Bueno, de la TV, cabe decir, solamente, que es mediocre, con programas que están corrompiendo el cerebro de todas las edades, ciento por ciento, mercantilista, banal y lo que es peor, alimentando la agresividad, los instintos bajos, que ahora llaman “irreverentes”.
¿No deben los medios de comunicación, ser promotores de una sociedad con más altura, con temas tratados con la debida seriedad abrirnos a un mundo que nos trae más opciones, educar, si educar para que salgamos del entorno provinciano en que vivimos, y de alguna manera, ayudar a tener una visión de una política nueva? Sin embargo, estoy en total desacuerdo que esto tenga que ser normado por el Gobierno.