Hace más de cuatro años, técnicos del Municipio de Quito se nos acercaron a los moradores de Puembo para presentarnos el dramático escenario si no se realizaba la construcción de la vía Gualo–Puembo– NAIQ, entre los argumentos estaban: que para el 2013 con la inauguración del NAIQ e incremento de automóviles en el valle, la velocidad de circulación se reduciría a cerca de la mitad, situación que ya la estamos viviendo. Que la vía, en ese entonces llamada Ruta Norte, hoy llamada Collas, no sería solución ya que descarga el tráfico en la parte norte de una ciudad muy larga y no sirve ni a Tumbaco ni a las parroquias orientales y que la construcción era muy difícil tanto por la irregularidad del terreno como la calidad del suelo. Que la hoy “Ruta Viva”, necesaria para el valle de Tumbaco, descarga su tráfico principalmente en el túnel Guayasamín y en la avenida De los Granados generando en estos dos puntos cuellos de botella. Como argumentos a favor de la vía a Collas se mencionó: Que la ruta Gualo sirve a las parroquias orientales, parte de Tumbaco y al NAIQ. Que es una vía de menos de 15 km. Que descarga el tráfico en Zámbiza y con pequeñas adecuaciones en la avenida El Inca se puede distribuir de manera eficaz el flujo vehicular. Que el cobro de un peaje podía solventar algo de su costoso financiamiento.
Me parece necesario que el Alcalde de Quito desentierre esos estudios, encuentre a esos buenos técnicos y se deje asesorar para lograr la construcción de esa muy necesaria vía.