El acertado reportaje, incluidas fotos decidoras, publicado por EL COMERCIO el 19 de julio del 2014, respecto del grave problema existente en el sector de La Mariscal o zona rosa, pone de manifiesto los inconvenientes que se originan a diario, sin que haya el debido control de autoridad alguna, respecto de los excesos cometidos por gente que confunde, sitio de sano esparcimiento con desorden de todo orden, so pretexto de diversión.
La inseguridad campea de día y de noche, convertido en un lugar indigente, donde especialmente se comercializan licores y por supuesto droga, a vista y paciencia de todos. Hay que recordar que el sector no solamente está compuesto de cantinas o las mal llamadas discotecas que funcionan a toda hora y a la que ingresan menores de edad con absoluta libertad, olvidándose que de por medio también hay negocios serios, oficinas y lugares de trabajo profesional, los que estamos impedidos de laborar con tranquilidad y seguridad, por tanto desenfreno.
Señor Alcalde, usted que está demostrando eficiencia y sensibilidad con los problemas de la ciudad, dígnese “poner su dedo en la llaga”.