Primero dijeron que el IESS tenía recursos “ociosos” en el Banco Central y le hicieron invertir ingentes cantidades en Bonos del Estado y hasta en la explotación petrolera; como seguía teniendo plata le chantaron la atención a los menores de 18 años sin financiamiento alguno.
En varias ocasiones reconocieron la deuda del Estado por la atención a los jubilados y luego la desconocieron por “falta de un reglamento”; como el IESS seguía teniendo recursos le quitaron el 40% del pago de pensiones, y, como era previsible, cuando colapsó el fondo de salud tomaron los recursos del fondo de pensiones y luego perdonaron las deudas a los morosos para que por lo menos paguen el capital y así mejorar, se entiende, el flujo de caja.
Quitan a los maestros el fondo de cesantía para que pase al BIESS, hacen un “buen negocio” solicitando préstamos a bancos europeos para construir hospitales “para adelantar su construcción” y decretan que las aseguradoras privadas de salud le paguen al IESS por la atención de los afiliados que cuentan con seguros privados. Ahora lo rematan diciendo que “el dinero del IESS no es de los afiliados porque el Estado aporta”. Los oficialistas no hablan de maquillaje, solo lo practican.