Entregar una condecoración a alguien que se conoce esta citada por la justicia por mal uso del poder, por haber vaciado los fondos de un estado, no solo es un insulto a un país hermano como Argentina y sus ciudadanos, es una vergüenza para nuestro país. El mal uso de esta condecoración, es no saber de Manuelita Sáenz, ni del libertador Bolívar, es empañarlos hundirlos en el mismo pozo de deuda, mal uso, corrupción, en el que ha caído nuestra patria. Solo queda que, al Sr Assange, huésped eterno, de este gobierno, lo condecoren también con la medalla al mérito por abuzo sexual. ¡Viva el Ecuador!