En días pasados mientras esperaba en el vestíbulo de la Casa Rosada el inicio de la visita guiada, observaba los retratos colocados en el mismo con motivo de la celebración del Bicentenario de Argentina, retratos que correspondían a importantes próceres de la Independencia latinoamericana, los mismos que habían sido donados por los gobiernos del país origen de dichas personas.
Me sentí complacida al ver el retrato de Manuela Sáenz, sin embargo me sorprendí al ver que el donante era Hugo Chávez Frías, y mi asombro fue mayor al leer la leyenda final referente a la vida de nuestra heroína ecuatoriana: “A la muerte de Bolívar fue desterrada primero a Jamaica, de ahí a Guayaquil, a donde llegó en octubre de 1835 y luego a Ecuador”.
En esta época que tanto se habla de soberanía, me gustaría saber si al menos, el presidente Chávez tuvo la gentileza de comunicar sobre el particular a su homólogo de Ecuador.