Es angustioso manejar en las vías periféricas de Quito. En lugar de ser un alivio, es un problema, el tiempo que se debería ganar, se lo pierde, porque además de estar estas vías en repavimentación, que de por sí restringe el flujo vehicular, hay automotores circulando por el lado izquierdo, que obligan a rebasar por el lado derecho, asunto peligroso y contra toda norma de tránsito.
Y es que algunos choferes sportman y profesionales adquirieron sus licencias de manejo, sin conocer a fondo las reglas de tránsito, como la norma básica que acabo de mencionar. Todo se desprende de una ligereza de las autoridades que manejan este tema, que no generan medios y estímulos para difundir las enseñanzas de la educación vial.
El primer paso es comprobar si el chofer tiene conocimientos a través de una prueba antes de renovar y dar una nueva licencia. Segundo, vincularse con los establecimientos educativos fiscales y privados para dar charlas sobre el tema, a las futuras generaciones, afianzando los conocimientos de una educación vial integral, inclusive ir más allá, crear la materia en los colegios secundarios, que podría ser de un semestre.
Los costos para el país son enormes cuando su gente no sabe conducir apropiadamente un vehículo en las calles y carreteras, porque generan pérdidas de tiempo y son un potencial permanente de accidentes de tránsito, con las consecuencias graves que esto acarrea. Por el momento, para no perder tiempo en las carreteras con los vehículos que solo circulan por el carril izquierdo como si fuera la única vía, que les enseñemos repitiéndoles hasta el cansancio, que se debe circular por la derecha y dejar rebasar por la izquierda.
Por ejemplo, imprimiendo en el reverso de los recibos de los peajes una frase: Circule por la derecha, deje pasar por la izquierda. Ojalá que lean y aprendan…