He visto con buenos ojos como los periódicos EL COMERCIO y Hoy, con el Comandante de la Policía Nacional, se preocupan por el indebido uso del parque Bicentenario, que de tal solo tiene su nombre, porque no se han hecho obras que faciliten su utilización con comodidad y sobre todo con seguridad, para las familias y deportistas.
Les comento que en días anteriores, debido a la suciedad del sitio, mi querido hijo mayor sufrió un grave accidente en su bicicleta, que gracias a Dios y al casco que se destrozó, se salvó de un problema mayor. Fue a los dos días de la presentación de Metallica.
Sugiero a los alegres promotores de estos espectáculos -que los realizan en un escenario no probo para el efecto- pasen esa misma noche en una de las casas de los afectados, para ver qué les parece cambiar su rol de organizadores a perjudicados.
Se deben buscar recintos alternos que brinden garantía y no se encuentren ubicados en la mitad de barrios residenciales y, peor aún, siendo al aire libre.