No es que las leyes de Herencia y Plusvalía afecten solo a los ricos y no a la clase media. Nos afectan a todos y especialmente a los más pobres porque se paraliza la economía. No hay inversión privada, no se generan fuentes de trabajo y con justa razón porque nadie quiere que un gobierno despilfarrador se le lleve el fruto de su trabajo y esfuerzo.
De hecho, la crisis económica que está viviendo el país se inició cuando usted, hace un año, anunció la promulgación de estas pintorescas leyes. Los sectores de la producción se paralizaron al igual que los del comercio y de la construcción, que son los que más fuentes de trabajo generan en el país. Con tan solo su anuncio de promover estas leyes en junio del año pasado, provocó que decenas de miles de ecuatorianos perdieran sus empleos.