Los miles de incendios en los alrededores de Quito y otras ciudades del país nos obligan a tener una ley que salvaguarde nuestros bosques, parques nacionales y su fauna. La creación de guardabosques como vigilantes permanentes de esta ley es necesaria para la prevención de incendios, educación y apoyo a las comunidades que se encuentren en el entorno.
Este profesional debe ser versátil para dedicar tiempo al trabajo con las comunidades locales, enseñar a los niños a cuidar y respetar lo que a la naturaleza le ha tocado hacer en cientos de años, ejecutar la ley contra los provocadores de incendios, maltratos a animales silvestres, etc. Oficiales con funciones múltiples para que los bosques sean seguros de visitar con su ayuda y guía y para que los animales no sean molestados, con un principio conservacionista de lo que está a su cargo.