No comparto con lo expresado por una autoridad del país que dice “el proyecto se lo decidió de carácter económico urgente, porque necesita sea abordado sin dejar tiempo para que los medios y sectores de la oposición puedan especular sobre el proyecto”.
Es necesario el debate, lógicamente, un debate franco, abierto, que persiga el bienestar de la población, que los sectores no actúen con sectarismos e intereses de grupo. Aprendamos a escuchar, principalmente a aquellos sectores que no comparten con nuestros criterios e ideas, rescatemos lo mejor y que las conclusiones a las que se lleguen sean el producto de un consenso y que el único que se beneficie de esta ley sea el pueblo ecuatoriano.