Los maestros formados en Pedagogía, Didáctica y Evaluación saben exactamente cuándo enviar una tarea a sus estudiantes. El Ministerio de Educación emitió una normativa asignando períodos de tiempo diarios para realizar tareas en casa, según los niveles educativos hasta el Bachillerato.
Los docentes saben que luego de evaluar los logros de un período de clase, pueden generar una tarea escolar para refuerzo académico, aplicación práctica de lo aprendido o investigación planificada que motive el interés estudiantil por el conocimiento.
Generalmente las tareas docentes improvisadas complican a los estudiantes; entonces, tienen que responder los padres de familia para que los profesores califiquen a su hija o hijo el trabajo presentado. Esto es inaceptable si queremos formar estudiantes autónomos, críticos y reflexivos.
El trabajo docente es piedra angular en la formación humana y académica de niños y jóvenes.