Las marchas y la ley

El destino del diálogo propuesto por las diferentes instancias y representantes y voceros del Gobierno Nacional en todo el país, ya es conocido por todos, sin importar los resultados buenos o malos de las marchas y de la paralización anunciada para el 13 de agosto. El Gobierno seguirá con su propuesta de diálogo, no precisamente con quienes piensan diferente de sus propuestas, sino con miembros y simpatizantes de Alianza País, con lo cual tratarán de justificar un consenso inexistente para salirse con la suya, mientras se viola con Constitución y la ley. Así violando el artículo 24 de la Losep, aprobada en el 2010, se concede licencia al canciller Patiño, que es un servidor público, para que se dedique a la reestructura del movimiento Alianza País y para organizar las contramarchas inmediatas en defensa de las posesiones beligerantes del Gobierno, para que todos los servidores públicos que son más, muchísimos más en el país, lo respalden a costa del erario nacional.

Se divide al país en izquierdas y derechas, como que la pobreza, las enfermedades y el analfabetismo tuvieran colorido político y se pretende hacer una apología de la división nacional. Vivimos en una nación sin rumbo. 

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