Han transcurrido seis años de mantener las enormes diferencias sociales de siempre y aún de acentuarlas.
Los ciudadanos de a pie caminamos a paso de hormiguita cuando nos toca someternos a instancias judiciales. El caso del niño Caicedo que murió hace 5 años por una bengala lanzada en un evento futbolístico y que hasta hoy no se resuelve, es un ejemplo grave y tratándose de la muerte de un ser humano causa impotencia.
Hace pocos días todos miramos maravillados como “la justicia” se mueve a velocidad de fórmula uno cuando se trata de los intereses del Poder Ejecutivo, tal es el caso del Diario La Hora conminado a disculparse porque, según opinión del Ejecutivo, publicó datos mentirosos sobre sus gastos de publicidad. Por tan altruista, necesario y emergente motivo, vale la pena agitar al mundo entero… y resolverlo de inmediato.
Alguien con mucha sabiduría dijo: “Si el hombre ha fallado en la justicia y en la libertad, lo ha perdido todo”.