El pueblo se ha expresado sobre la corrupción en medios de comunicación, en redes sociales, en voz alta y baja, en paredes, en notas editoriales e informativos; intelectuales, profesionales, artesanos, jóvenes, viejos, pobres y ricos han manifestado su versión desde diferentes escenarios. Instituciones de solvencia también dan su criterio. Unos con argumentación sólida y bien fundamentada, otros con silogismos mal planteados; se han citado frases célebres de El Quijote o de la Biblia. Paradoja o viveza criolla, hasta los implicados han salido a explicar la corrupción.
Esta breve relación demuestra el afán de la sociedad para al enterarse de la injusticia, revelar la obligación inherente de impedirla por derecho propio o derecho público. Escandaliza el conocimiento de tanto hecho corruptivo el mismo que es, a día seguido, incrementado con el cometimiento de otro. La presencia de la corrupción es tal que se extiende ilimitadamente; años atrás era un acto repudiable que envilecía a las personas, una postura inicua propia de gentes irresponsables, de innoble proceder, en la actualidad es un hecho cotidiano que bien se puede afirmar donde se pone el dedo salta el pus. Los delincuentes se burlan de la justicia, unos con el patrocinio de individuos inmorales diestros en el sofisma y la demagogia mientras otros se fugan. La injusticia y la impunidad son útiles aliadas.
La corrupción es la alteración de la normativa jurídica, ignorar el mandato ético, violar el procedimiento honrado e irrespetar lo ajeno; es sinónimo de robo y hurto, búsqueda desaforada de dinero y riqueza porque quien más tiene más vale; las fuentes generadoras son falta de educación en valores, ausencia de compromiso familiar, mal ejemplo social, indolencia y complicidad de autoridades, lenidad de jueces, intereses y engaño de abogados.
Hay que exigir honradez y rectitud en la vida. La ciudadanía está obligada a reaccionar porque la corrupción puede desencadenar una tragedia social. Es necesario protestar en calles y plazas con valentía y entereza, encarcelar a tanto ladrón e imponer justicia y moralidad en el país.