Cuando los asambleístas aprobaron los artículos de mala práctica profesional del novísimo Código Penal Integral, parece que estaban tan absortos en el rápido cumplimiento de su tarea que olvidaron conceptos básicos. Uno de ellos, la negligencia contributoria.
Ocurre cuando el paciente ha sido negligente en el cumplimiento de las órdenes médicas y ello favorece al desenlace de los acontecimientos.
Otro, la Ley del Buen Samaritano, que absuelve al médico, enfermera o cualquier persona que, en una emergencia, intenta sin éxito salvar la vida del paciente, pese a no tener la preparación adecuada para ello. Muchos países han aprobado esta Ley para impedir que las personas eviten socorrer a las víctimas de los accidentes.
Una situación similar es la del médico que intenta salvar la vida de un paciente, con una herida de bala en el corazón mientras llega el cirujano cardiotoráxico. Aquí el médico es enjuiciado. Típico anacronismo de una Justicia injusta.