Increíble e inaudito resulta escuchar a exmilitares y ciertos personajes de partidos políticos conocidos, muchos de ellos cuestionados, decir que en el Ecuador “jamás hubo crímenes de lesa humanidad ni delitos que atentaron contra los derechos humanos en la época de 1984 a 1988”. ¿Por qué tapar el sol con un dedo? Yo me pregunto ¿qué opinión tendrán los familiares de las víctimas inocentes a quienes torturaban, asesinaban y desaparecían, muchos de ellos tan solo por pensar distinto al régimen social cristiano?, que en ciertos casos fueron hasta cobardemente confundidos con miembros de AVC. Ninguna política de Estado en contra de un grupo insurgente justifica la violación de los derechos humanos. Pero en este contexto, además resulta inexplicable la presencia del Alto Mando militar, en la audiencia de juzgamiento a dichos exmilitares implicados de ese entonces. El ministro Cordero debe exigir explicaciones al Sr. Jefe del Comando Conjunto de las FF.AA. sobre dicho acontecimiento, que resulta por demás intimidante y atentatorio hacia la administración de la justicia para muchas personas que claman luego de 30 años de impunidad.