Causa risa, por decir lo menos, que personajes de la política, de nuestro país y de otros países, no alcancen a comprender lo que es un juego. Cualquier juego puede tener diversas interpretaciones, depende de la mentalidad de quien interprete. Lo prudente es que esas interpretaciones tengan una guía cuando el juego sea practicado por infantes cuyo grado de razonamiento se encuentre en formación.
Sin embargo, de las declaraciones de personajes políticos en Ecuador, y del Presidente de Venezuela, causan desazón, cuando se refieren a un simple juego y lo califican de instrumento del capitalismo para generar violencia. Se pone en evidencia una incapacidad insana de razonamiento. Parece que ese tipo de razonamientos, si es que podemos llamarlos así, solamente se puede producir en mentalidades acostumbradas a ideas fijas, a mentes estancadas a causa del dogmatismo. Sin embargo, lo curioso es que no podemos hablar de un mismo nivel entre el presidente de Venezuela y un ex funcionario ecuatoriano, que ha ocupado varios cargos de importancia, gracias a sus grados académicos.
Aparentemente, esa coincidencia es producto de ideas políticas semejantes. Las dos personas han declarado la guerra a muerte a un juego digital, con argumentos similares, uno más parco y otro adornado de calificativos políticos más sofisticados.
Se evidencia en esas declaraciones, la incapacidad común de definir lo que es un juego y la necesidad de orientar a quien lo practica, cuando sea necesario.