Que las normas electorales permitan que se pierda tanto tiempo en inscribir candidaturas, que haya más de una docena de candidatos y cerca de 300 partidos no es una buena noticia para la democracia. Tenemos muchos candidatos y pocas ideas. Que los candidatos sean capacitados, sepan manejar empresas, no solo dar discurso y asumir compromisos que sean cumplibles es lo menos que se les puede pedir. El país merece luchar contra la pobreza, sostener el dólar, generar empleo y sepultar a los corruptos de una vez por todas. ¿Será mucho pedir?