Jubilados, La última rueda

En Ecuador la tercera edad casi es un pecado. El Estado trata de jubilar a todo viejo pero ¿con qué incentivos? No se retiran porque no quieren ganar una pensión mucho menor que el sueldo que reciben.

Uno de los pocos incentivos era la jubilación patronal que ahora, sin razón legal, se está quitando, causando un inmenso perjuicio a miles de familias que se acogieron a una pensión de vejez supuestamente vitalicia, suspendida por capricho de no se sabe quién, pues tanto la Contraloría como el IESS se lavan las manos y nadie asume la responsabilidad.

Van dos meses de suspendido el pago y como van las cosas, esta será la Navidad más amarga para las familias de extrabajadores del IESS que dependían de este dinero para sobrevivir los últimos años de sus vidas.

El presidente Correa debe disponer acciones urgentes para que, por culpa de algún apresurado, el “buen vivir” no llegue a ser una frase cruel para miles de jubilados.

Suplementos digitales