Jubilación de los profesores

Conmovedor, triste... o usted estimado lector decida cuál es el mejor adjetivo para calificar la situación por la que están pasando más de un centenar de profesores con enfermedades terminales y que algunos lamentablemente han fallecido, los cuales se inscribieron en el año 2011, esperando se tramite la jubilación previo el pago de la respectiva indemnización que compense en algo su escuálida economía y les sirva para llevar una vida un poco más digna, ya que en los hospitales públicos no existen los servicios para atender a estos enfermos, tal es el caso del alzheimer, que con este dinero se ayudaría a pagar en parte el cuidado que conlleva esta dolorosa, incurable y trágica enfermedad.

Hasta la presente no se hace efectivo el pago y lo peor no hay respuesta de parte de las autoridades.

Se le olvidó al Gobierno que estos profesores les enseñaron a leer y escribir con todo el amor y paciencia y resulta paradójico conocer que se hayan gastado miles de dólares pagando indemnizaciones a cientos de servidores públicos que, en su mayoría, con total honestidad entregaban su mejor esfuerzo y experiencia al servicio de la sociedad ecuatoriana cuando todavía se encontraban en capacidad de seguir trabajando.

Suplementos digitales