Se habla mucho de que el turismo es una alternativa viable para mejorar las condiciones de vida de los ecuatorianos y lo han declarado política de Estado. Desde luego así lo creemos aquellas personas que estamos trabajando en esta actividad; no obstante hay circunstancias que desalientan a los emprendedores de firmas turísticas.
Por ejemplo, si usted tiene o quiere instalar un hotel por pequeño que este sea, requiere: permiso de funcionamiento del Mintur, patente municipal, permiso anual de funcionamiento del Municipio local, permiso del Cuerpo de Bomberos, permiso de sanidad del Ministerio de Salud, permiso de la Intendencia de Policía, autorización del SRI, permisos medioambientales.
Por último, en estos días presentar contratos laborales de los empleados ante el Ministerio de Relaciones Laborales, para lo cual se debe llevar notarizados (¿?) los mismos y si usted ya tiene en funcionamiento su empresa, copias de los roles de pago de los último seis meses y copias de los aportes al seguros social, ¡uf!, y si presenta contratos con horarios de trabajo nocturnos y fines de semana, debe presentarlos en Quito, para que le autoricen, es decir en provincias, como en este caso Orellana, no tienen ninguna capacidad de decisión.
La Dirección provincial de dicho ministerio, como podemos notar requerimos realizar un largo recorrido para reunir todos estos requisitos y claro, se podrán imaginar lo tortuoso del mismo conociendo a nuestros servidores públicos; además, ¿cómo podemos ser considerados un destino turístico si la delincuencia campea, los malos hábitos persisten en la gente, los accidentes de tránsito proliferan, los servicios básicos son deficientes?, como se puede notar creo que es mejor ser un buen turista como nuestro
señor Ministro del ramo, ¿cómo les parece?Ya no invierto en turismo, mejor me voy de tour.