Leo con sorpresa sobre las inversiones realizadas con el dinero que los ecuatorianos aportamos para la reconstrucción de Manabí a raíz del terremoto que convulsionó la región.
Hace pocos días visité esa provincia y constaté cuanto falta por hacerse. Si bien es cierto que hay unas pocas casas reconstruidas o nuevas, se siguen viendo los efectos de esa catástrofe. Bahía demuestra un descuido tremendo; el mercado de San Vicente, que desapareció (hace dos años ocurrió el terremoto) está recién comenzando a rehacerse; el aeropuerto de Manta está en veremos y un sinnúmero de construcciones son más obras de fundaciones extranjeras y esfuerzo de los manabitas que obras de gobierno.
Me pregunto: ¿el dinero recaudado para la reconstrucción, lejos de invertirse en necesidades del gobierno, ¿no debería utilizarse en aquello para lo que fue recaudado?