¿En qué momento se jodió el Ecuador? (Parafraseo a Zavalita, personaje literario de una obra de Mario Vargas Llosa).
Es que muchos nos hacemos esa pregunta y nos duele nuestro país. Unos dirán que siempre han habido hechos criminales en contra de los niños y que a diferencia de antes hoy los medios lo difunden más; pero permítanme contestarles que maldad sí hay entre los seres humanos, pero que esa maldad se agita como avispero cuando el entorno le es favorable; y salen a flote todas las ruindades, porque los sátiros saben que no tendrán que rendirle cuentas a nadie. Duele pensar que la causa de haber caído en este foso de degradación humana podría estar en el mensaje irrespetuoso, machista, prepotente, autoritario de un ex “líder” del país macho alfa. Duele y avergüenza constatar que nuestra sociedad a través de los medios de comunicación (no todos felizmente), se rasgan las vestiduras porque unos futbolistas dejan la concentración para acudir a un centro de diversión para adultos, pero no se manifiestan de la misma manera ante estos abominables crímenes en contra de nuestros niños. ¿Se nos han trastocado los valores? En otro campo, duele conocer de redes delictivas (supuestamente) comandadas desde altos puestos del gobierno anterior para beneficiarse de coimas, robos, peculados en grandes obras sin planificación y mal hechas… todo bajo la protección de un andamiaje institucional hecho a la medida para gozar de los beneficios de la impunidad; y que ante esto casos abominables algunos compatriotas salgan a defender a los pillos, como que la sociedad ecuatoriana les valiera nada; y la Asamblea que, en teoría, es la cuna de los representantes del pueblo que los elige para que trabajen a favor de nosotros, ya mismo les condecora a los que han delinquido y les organiza un homenaje de desagravio. ¡¿En qué momento se jodió el Ecuador?!