Es un pensamiento de Anacarsis (siglo VI a.C), filósofo escita.
Confío que el nuevo presidente de la República delibere antes de tomar decisiones, para que las mismas sean producto de ideas maduras y no arbitrarias y con la ayuda y pensamiento de sus colaboradores y los ecuatorianos de buena voluntad, y no como lo hemos tenido que soportar durante diez largos años, que parecían eternos.
Mis mejores deseos, para que el nuevo mandatario del Ecuador, por quien no voté, actúe con inteligencia, madurez y sensatez y no se deje guiar por la pasión y el vano orgullo. La situación económica del Ecuador, atraviesa momentos difíciles, especialmente para los que no somos adeptos a la política y menos al Presidente que está por terminar sus funciones.
Mis mejores votos, para que al primer mandatario del Ecuador, le salgan las cosas bien, pensando en el beneficio de todos los ecuatorianos y no solamente en los que votaron por él. Es hora de actuar en función de país.