El Comando Conjunto dio a conocer al país y a los miembros de las Fuerzas Armadas que desconocían los cambios que se iban a realizar en la institución militar para reducir el orgánico porque los problemas limítrofes estaban solucionados; el Presidente respondió que era el Comandante en Jefe de las FF.AA. y que podía hacer cambios sin socializar ni consultar a nadie. Como ciudadano y militar en servicio pasivo y haciendo uso del poco espacio de libertad de expresión que nos queda quiero expresar lo siguiente:
1. El art. 147 numeral 16 de la Constitución indica que el Presidente es la máxima autoridad de las Fuerzas Armadas; no es su comandante en jefe. Comandante y autoridad no son ni si quiera sinónimos, por lo tanto el Mandatario se está arrogando funciones que no le corresponden, lo cual no es permitido por nuestras leyes.
2. Los países más poderosos del mundo tienen Fuerzas Armadas también poderosas, existan o no problemas fronterizos, porque la seguridad de un Estado no reside exclusivamente en sus fronteras.
3. Los mandatarios para tomar decisiones militares se asesoran con militares. El Comando Conjunto es el organismo técnico apropiado para asesorar a la máxima autoridad sobre el manejo y cambios en la institución formada exclusivamente con profesionales de carrera.
4. Los pilotos de aviones de combate; los comandantes de destructores y de submarinos y los conductores de tanques de guerra no están preparados para apagar incendios, tampoco para dirigir el tránsito ni abrir maletas de pasajeros en los aeropuertos.
5. Las FF.AA. son obedientes y no deliberantes. El Comando Conjunto no está incumpliendo con esta norma constitucional cuando expresa su preocupación sobre los cambios sinsentido que se quieren introducir en la institución bajo su responsabilidad, que tiene tareas claras y precisas contempladas en la Constitución y las leyes.