Pienso que para que haya una auténtica democracia debe existir auténtica transparencia en las elecciones que suelen darse continuamente en los países del mundo en que impera este sistema en el que el origen de la soberanía radica en la voluntad popular. En el caso de Venezuela, el “triunfo” del candidato Maduro ha promovido discordias graves en la política de esa nación. Lo que sucede es que el ente electoral estatal entregado al chavismo, sin un mínimo de pudor, proclamó la victoria del sucesor de Chávez, y no se hizo caso al pedido tanto de la oposición venezolana como de la opinión internacional a que haya un recuento de votos. Y ahora empieza la represión de parte de ese oscuro régimen.
Así no se construye la democracia, así se genera caos y ojalá en ese país hermano no se agrave la situación que posiblemente la agravará el mismo gobierno “inmaduro” con políticas negativas, trasnochadas e incivilizadas en lo económico, social, administrativo etc.