Resulta preocupante el saber que se quiere legalizar a 600 comerciantes autónomos (informales). El haber recibidos cursos, los mismos que les va ayudar a ser mejores o manejar adecuadamente lo que venden, considero que no les da derecho a tener un puesto en las calles de la ciudad.
Lo que se debe hacer es repotenciar los mercados. Muchos ciudadanos estamos conscientes que esto constituye un problema social, pero no por eso se lo debe endosar a la sociedad. Los ciudadanos elegimos a las autorizadas pensando que van a hacer bien las cosas. La informalidad constituye la negligencia de los gobiernos de turnos. Las zonas donde se sitúan los informales, por lo general, los delincuentes y el alto grado de contaminación ambiental, es evidente.
Mientras las autoridades no hagan lo que deben hacer, o sea lo correcto, el doble discurso siempre estará presente, más aún cuando tenemos elecciones de por medio. No se puede servir a dos amos. Cuando se dan las excepciones, tanto a las leyes, normas y ordenanzas, se produce el caos.
Los informales a la larga constituyen un pasivo para el Estado, toda vez que no aportan directamente. ¿Qué garantías tienen los nuevos emprendedores?
¿Qué paso con los comerciantes de la Michelena? … De la noche a la mañana aparecieron, este lugar se convirtió en zona roja. Ya no están pero los rezagos de este tipo de decisiones todavía son evidentes. Tocará volver a recuperar este sector.