Nuestro queridísimo Instituto de Contratación Pública ha cometido la desfachatez de burlarse de nuestros prodigiosos artistas ecuatorianos. Mandó una invitación el 28 de noviembre a todos los artistas interesados en realizar una escultura de 5 metros en bronce de nuestro ex presidente de la república, León Febres Cordero, dándoles un plazo de más o menos un mes para realizar el trabajo cuyo costo es de alrededor de USD 127 000.
La intención del “excelente” Instituto, que de apoyar a los artistas ecuatorianos en realizar una obra de un destacado personaje ecuatoriano es buena; sin embargo, sería perfecta si su proceso hubiese sido desde el principio transparente y honesto, digo esto porque la obra ya esta hecha y no la hicieron precisamente manos ecuatoriana sino españolas.
Aparte de eso, mi familia se relaciona directamente con estos asuntos por lo que me parece indignante la actuación del Instituto en, primero, la manera de desconfiar de la habilidad artística que poseemos los ecuatorianos y tener que recurrir a terceros para la realización de la misma; segundo, la invitación a realizar la obra que en sí misma ya está hecha.
Como si los artistas tuvieran el tiempo de sobra para perderlo con una broma, digo broma pues no encuentro otra calificativa para acto más osado del Incop. Considero que el Instituto de Contratación Pública les debe una disculpa a los artistas invitados, pues si la obra ya está hecha no es necesario que se invite a su elaboración y peor para hacerles perder su tiempo. Si se observan las fechas de control del proceso todo es prácticamente breve, de un día para el otro, algo que yo personalmente considero incoherente.