De imposiciones y jubilación

El número de aportaciones no puede ser inferior al número de años que se beneficiarían las mujeres en condiciones de jubilarse acogiéndose a la propuesta que nos inquieta en estos días; es decir, una mujer con 53 años de edad y 33 de aportes nos lleva a un panorama de 33 años más de vida, o sea que recibiría pensión jubilar durante 33 años más sobre los 53 que ya tiene ahora; es decir, en el mejor de los casos se beneficiaría hasta que tuviera 86 años de edad. ¿Y cuál es la expectativa de vida según cálculos al respecto? Ramiro González, con datos en la mano, nos dice que es de 78 años, tres más que el hombre. Ahí nomás tenemos 8 años que 'regalaríamos', pues son años dorados en contra de las mujeres a jubilarse. El IESS debería realizar sus famosos cálculos actuariales tomando en cuenta estas reflexiones.

Y, realmente, conforme avanza la edad de las trabajadoras, muchas empresas van buscando sutilmente la mejor manera de desvincularlas de su relación de dependencia, originando que muchas se retiren del ámbito laboral para quedarse en sus hogares, pues querer encontrar otro trabajo es imposible por la edad, pues ya son 'viejas' para intentar volver a comenzar en otro lugar.

¿Y qué pasa con los años que aportaron? Muchas y con mucha suerte pueden continuar en calidad de afiliadas voluntarias para no perder esos años.
Se exceptúan los contados casos de mujeres que han hecho una gran carrera especialmente en el sector público y que aportan con su muy importante contingente de conocimientos y experiencia.

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