Al leer y escuchar muchos de los comentarios que se hacen a propósito de la marcha por la dignidad, no deja de sorprendernos cómo el lenguaje racista y discriminatorio permea desde las esferas oficiales (muchas de ellas copadas por izquierdistas de las décadas del 80 y 90 que otrora ondeaban con entusiasmo las “huipalas” y dijeron “amar lo que tenían de indio” ) hasta los sectores que apoyan al Gobierno, sin mediar una mínima reflexión acerca de que el concepto fundamental sobre el que se erige la Constitución que nos rige es el del Sumak Kausay o Buen Vivir, que no es otra cosa sino la filosofía de vida de las poblaciones ancestrales del país, mayoritariamente representadas por la Conaie, el Ecuarunari y sus filiales. Tampoco se toma en cuenta que el Estado ecuatoriano se reconoce como intercultural y plurinacional, gracias a la lucha emprendida por el movimiento indígena, las organizaciones sociales y la izquierda. Como no se considera que a pesar de lo que se dice en los objetivos del Pan Nacional para el Buen Vivir tan publicitado por el Gobierno, las poblaciones indígenas, afrodescendientes y campesinas del país, y dentro de ellas las mujeres, siguen mayoritariamente, de acuerdo al Censo del 2010, en condiciones de pobreza por necesidades básicas insatisfechas.
Tanta desvalorización de la lucha del movimiento indígena y campesino, tanta negación de su plataforma de lucha, tanto cuestionamiento a la dirigencia de la Conaie, tanta propaganda oficial maniquea, tanto impedimento a la libre circulación, tanta repulsa de sus símbolos identitarios, tanto copamiento oficial de los espacios de resistencia contra el poder, tanta descalificación de su representatividad, tanto autoritarismo, nos demuestran que al cabo de estos últimos años de la llamada revolución ciudadana no hay capacidad de reconocer a esos otros y otras, no hay admisión de la interculturalidad, no hay aceptación de la plurinacionalidad, no hay entendimiento de las diferencias, no hay ejercicio de la equidad, no hay vigencia de la justicia, no hay comprensión de otras formas de vivir, estar, ser y hacer en este Ecuador diverso.