El 5 de diciembre de 2011, el presidente Correa inauguró con bombos y platillos el Hospital San Francisco de Quito. Las autoridades del IESS proclamaron a los cuatro vientos las bondades de esa costosa maravilla, administrada por una empresa española. La prensa informó que los administradores someterían al hospital a “pruebas al vacío” antes de ponerlo en marcha.
Luego de casi cinco largos meses, es obvio que las pruebas se han prolongado y esa casa de salud continúa tan vacía como el día de su inauguración, salvo el personal contratado que deambula por las instalaciones de un hospital sin pacientes. Pruebas irrefutables de la inauguración apresurada de un “hospital al vacío”.