No, no me refiero al ensayo de José Ingenieros, aun cuando la concepción de este escritor calza con la situación actual en la que todos estamos inmersos como padres, maestros y estudiantes, se percibe poca voluntad para fraguar ideales, una sumisión súbita y la domesticidad para ser parte del redil sin cuestionar, cuyas acciones tienden al facilismo. Sin embargo, los estudiantes más reflexivos han manifestado “no estar de acuerdo con las exageradas oportunidades que se están ofreciendo porque las consideran exageradas, ya “que les están quitando las responsabilidades”, estas versiones fueron publicadas en el diario EL COMERCIO del 28-05-2013″. Se están dando cuenta que el sistema actual de evaluación es demasiado facilista, ahora casi nadie va a perder el año por tantas oportunidades como son el examen supletorio, remedial y de gracia, se ha creado un estatus de mediocridad en los jóvenes, poco o nada les importa remediar sus notas si saben que de todas maneras van a pasar el año. Este sistema plantea una visión paternalista que parece buena, pero en la realidad no refleja la excelencia educativa que tanto se viene pregonando, porque los maestros frente a tales políticas van a bajar el nivel de exigencia y los mejores estudiantes el rendimiento, su proyección ya no está en seguir una carrera universitaria sino en aplicar para policías, bomberos, militares, etc. Además, la mayoría no tiene una orientación vocacional acorde a sus destrezas y preferencias porque los test están enfocados en resultados cuantitativos que no reflejan la verdadera capacidad cognitiva ni el deseo de querer llegar a “SER”. La semilla de qué quiero ser de grande debe comenzar desde la primaria; yo me acuerdo que a través del juego ya nos proyectábamos, como esa ronda muy linda del “Matantirunlirulá” que decía “¿En qué oficio le pondría?…matantirunlirulá” en el oficio de costurera “matantiruntirunlá” …ese oficio no le gusta Matantirulirulá, así continuaban preguntándole las profesiones hasta que diga que sí le gusta. Me pregunto: ¿tendremos verdaderos cerebros para copar la Universidad de Investigación de Tecnología Experimental (Yachay) con este sistema de evaluación?