Luis Andrade Velásquez, quiteño de 69 años, nacido en el Pobre Diablo de Chimbacalle y morador del Tejar, ex compañero de la Contraloría, que de conserje llegó a ser contador general y hasta director financiero, publica su biografía. Sin guardar los cánones del oficio, pues como él reconoce no es escritor, relata con el corazón y la memoria una historia entrañable llena de vicisitudes y vivencias. Soñó con llegar a ser torero, pero no pasó de maletilla, por falta de suerte y de oportunidades. Edgar Peñaherrera y Manolo Ramos fueron sus panas de aventuras, entre otros. 176 páginas y 54 fotos componen este libro que habla de pobrezas, ilusiones, triunfos y derrotas. 45 años trabajó en la Contraloría, con 1 año interrumpido, entidad en la que se jubiló y de la que salió por la puerta grande. Conoció las principales plazas de España, no como torero, sino en calidad de turista. Cuenta anécdotas con el ex presidente Velasco Ibarra y los ex contralores Espinosa, Serrano, Ordóñez y Merlo. Estuvo preso injustamente en el Retén Sur. El fútbol fue la otra pasión de su vida.