¡Hemos llegado al paraíso!

Cuando mis padres llegaron al Ecuador hace 70 años, después de combatir en la guerra dijeron “¡hemos llegado al paraíso!”. Sintieron que habían, tal vez, llegado al mundo feliz de Huxley. No supieron nunca del futuro actual. Pensando sobre las acepciones de distópico y utópico y, por tratar de hacer analogías sobre estos temas creo, que, el cacareado Socialismo del Siglo XXI es un sueño irrealizable por todo lo descrito por Skinner en su obra cumbre Walden 2; en la cual plantea una sociedad perfecta cuando se vive en una comunidad utópica. Es totalmente irrealizable dada la capacidad propia del ser humano. La llamaríamos “anautopía” que sería la analogía entre una utopía y una realidad.

En cambio la distopia que ha sido investigada y estudiada por grandes autores, editorialistas, psicólogos, libre pensadores, etc. se logran analogías con la actualidad. En una obra precursora titulada “Nosotros” del ruso Zamiatin, se resalta una colectividad perfecta donde la encontramos manejada por un único y despótico líder y, donde todos fanáticamente tienen que acatar lo que el pregona; dejando esto una secuela inhumana y pavorosa. Sería una anautopía perfecta la que vivimos en la actualidad. La derivación de esta obra la recoge magistralmente, años después, Philip K. Dick en ¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas? 

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