Nunca está por demás adicionar un voto a favor de un gran ecuatoriano como es Lenín Moreno, ex vicepresidente de Ecuador, quien, en sus seis años de funciones ejecutó una tarea invalorable en favor de los discapacitados. Nadie como él, que sufre en carne propia el sabor de la desgracia, pudo haber desarrollado la inmensa obra de carácter humanitario en bien de muchísimos compatriotas que requerían de una mano solidaria.
Fue una obra ejemplar en su concepto filosófico, planificación y ejecución, a tal punto que ha merecido la calidad de exportable. No podemos desconocer esta magna obra realizada por un hombre inteligente que se destacó por su espíritu conciliador, respetuoso, para quien la prensa independiente nunca fue un obstáculo, por eso no insultó ni a periodistas ni a sus eventuales rivales políticos. Por algo Lenín pertenece a una estirpe de un noble educador laico, defensor de las libertades públicas y ciudadanas, prestigioso maestro normalista, Servio Tulio Moreno.
Una vez más, agradecimiento y felicitación Lenín, quizá la patria te requiera en una función superior para el año 20l7.