El Gobierno está interesado en aproximar los beneficios que reciben los militares y la policía nacional a través del ISSFA y el ISPOL, dadas las diferencias que existen entre los que perciben los oficiales y la tropa.
El planteamiento como objetivo político creo que es claro, porque en el fondo lo que se busca es dividir internamente a las Fuerzas Armadas, para que divorciadas entre jefes y subalternos, se vuelvan inoperantes y dejen de ser una eventual amenaza a la revolución. Ya con el Magisterio se lo hizo, a tal punto que una mitad ya es abiertamente partidaria de Alianza País y con los grupos indígenas también ha sucedido lo mismo.
Conseguir la división del adversario puede ser maquiavélico, pero aceptado si se lo consigue por convicción y no por prebendas para los nuevos dirigentes, pero buscar una supuesta igualdad entre el personal militar, pese a que los aportes individuales son totalmente diferentes, es cuando menos improcedente, inconcebible y censurable.
No creo que esté pensándose en hacer lo mismo con los afiliados al IESS, para que ministros y mensajeros tengan beneficios similares, porque igualmente sería injustificable e inmerecido, pese a que una idea de esa naturaleza me podría beneficiar muchísimo.
El soldado debe entender que no llegó a General y el civil, como yo, que no llegué a ser Ministro.