Me llamó la atención que un hombre tan inteligente como Enrique Ayala hubiera escrito un artículo tan impreciso y desinformado, en el que trata injustamente al gobierno del Dr. Rodrigo Borja, que fue el único régimen en A. Latina que no acató los principios de la ola neoliberal.
En el campo internacional, Borja insertó al Ecuador en la comunidad de naciones e inició las gestiones diplomáticas para la paz con Perú, después de medio siglo de guerras e incidentes fronterizos. Desde la tribuna de la Asamblea General de las NN.UU. “declaró la paz” al Perú y propuso el arbitraje de Juan Pablo II para poner fin a la disputa territorial. Durante su Gobierno se dio la primera visita de gobernante peruano a Ecuador para adelantar el proceso de paz que culminó exitosamente pocos años después.
En el campo social realizó enorme cantidad de programas en beneficio de los sectores más pobres: desayuno escolar para 1 200 000 niños que hasta ese momento iban sin alimentos a la escuela; red comunitaria infantil que atendía diariamente a 230 000 infantes menores de 6 años durante las jornadas de trabajo de sus padres; campaña de alfabetización más importante de la historia del Ecuador; índices récord de vacunación infantil; entrega gratuita de 4 000 000 de hectáreas de tierra a los campesinos, o sea cuatro veces lo que se les había entregado en 25 años por reforma agraria; incorporación de más de un millón de ellos a los beneficios de la electricidad y agua potable; sistema de educación bilingüe intercultural para los sectores indígenas, con 1 200 planteles que la impartían; salud integral y médico familiar que atendió a 1 500 000 pacientes pobres en sus propios hogares; crédito a los microempresarios y campesinos. Su política económica caracterizó por la disciplina fiscal, austeridad en el gasto público y honestidad administrativa. Índices de crecimiento inéditos, triplicación reserva monetaria, incremento espectacular de exportaciones, aumento del 16% anual inversión privada, inflación bajada a la mitad.
Su distanciamiento con Febres Codero fue irrevocable. Justamente poco antes de retirarse de la vida política Borja propuso al Congreso Nacional la destitución de Lucio Gutiérrez y los diputados socialcristianos y gutierristas declararon “golpista” a Borja y lo amenazaron con juicio penal y cárcel.