A las puertas de que el Alcalde de Quito cumpla un año de administración, es importante emitir algunos criterios sobre la labor cumplida. Es verdad que se ha cumplido con algunas promesas de campaña, como la disminución de multas e impuestos prediales. En el primer caso se está premiando al infractor.
El subsidio al transporte urbano representa 20 millones al año. Me parece una medida facilista, pues se debió realizar los estudios técnicos respectivos y si los resultados arrojaban que se deben incrementar hacerlo en los valores que correspondan.
El incremento de las tarifas de taxis, igual me parece una exageración. Si bien es cierto que un buen porcentaje de personas va a dejar de usar taxis, se compensan esta disminución con el incremento.
El argumento de que en 12 años no se han subido los valores por uso del taxi no es válido, pues el pueblo se pregunta si tuvieron pérdida no creo que aumenten el número de taxis. Nadie puede decir que es un mal negocio.
Me pregunto ¿qué obra de importancia ha sido propia de esta administración municipal? Ninguna. Señor Alcalde, debe aplicarse, hacer cambios profundos. Sus colaboradores pueden ser personas honestas, responsables, etc., pero no conocen de cerca cómo se debe administrar una ciudad.