Lo de fondo es que hay un “anclado” agarrado del poder que no va a soltar porque sus intereses en el fútbol son más importantes que el fútbol ecuatoriano en si. Me explico:
Recuerdan todo lo que el “anclado” movió para impedir que avance la propuesta que hice para abrir la opción de que los equipos puedan ser sociedades anónimas?
Saben que cuando le explique que el Quito estaba quebrado y que el futuro de los equipos de fútbol estaba ligado a su capacidad de levantar nuevos capitales a cambio de acciones y que esa era una solución para la AKD y todos los equipos, el anclado me lanzó el cañonazo: “Para qué te metiste, ahora te arreglas pero no me vengas con cosas raras”.
Desde ahí soy su “piedra en el zapato” y por eso seguramente hubo un mensaje para que yo no continúe en la comisión de fútbol de Deportivo Quito que dejé para evitar que mi presencia no afecte el ambiente del equipo con la FEF. No se necesita “membrete” para apoyar.
Hoy ya no soy dirigente deportivo porque la FEF me hizo el favor de aprovechar la oportunidad y se conchabó para que prospere el pedido de que me suspendan, porque mis ideas de cambiar los paradigmas en el fútbol se iban a convertir en una amenaza al poder. Claro, entre otras, una de mis molestosas propuestas incluía que la capacidad de voto de los equipos debe ser directamente proporcional a sus resultados. No pueden tener el mismo peso equipos que están campeonando o que representan brillantemente al país en torneos internacionales, que uno de la Serie B que vive de las dádivas que le da a su voluntad el “mandamás” para sostenerse.
Estoy seguro que en el tema de los derechos televisivos el “anclado” va a arrecular porque de ninguna manera va a exponer su posición atada a intereses.
Los equipos no solo deben pararse firme en el tema. Es hora de que corten de raíz el mal endémico metido en la FEF. Chiriboga sería un buen asesor pero ya no esta para Presidente.