Varias corrientes filosóficas coinciden en que la felicidad verdadera proviene de vivir con menos y necesitar lo justo y necesario, vivir con frugalidad. Lamentablemente nuestra actitud, principalmente la del mundo occidental, es la de devorar todo el mundo. Según un gran pensador: “El consumidor actual es el eterno niño de pecho, que siempre está llorando, reclamando su biberón”. A los niños debemos inculcarles la frugalidad como: Jesucristo, Budha, Gandhi, San Francisco de Asís, Juan Pablo II.