Provoca admiración ver cómo este Gobierno se apropió de los fondos de cesantía privados. El ofrecimiento fue claro. Lo recuerdo de alguna sabatina que escuché. Los que deseaban que el Biess administre sus fondos seguirían aportando; aquellos que quieran retirar, podían hacerlo.
Pero no, el momento en que los maestros se acercan a solicitar el retiro de sus fondos, les dicen que no pueden entregarles, que las normas del juego son las mismas de la administración anterior.
¿Dónde está la palabra de nuestro Mandatario? Quiere decir que hasta poner las manos en los dineros del magisterio ofrecía una cosa, pero a la hora de la verdad, daba al traste con los ofrecimientos, así como ocurrió con la recategorización de los profesores y las jubilaciones.
Pocos gobiernos se han descuidado tanto de la educación como este. Las pocas escuelas del Milenio que existen en lugares marginales han absorbido el presupuesto de la educación, mientras los demás planteles no son atendidos por lo menos con el mantenimiento de la infraestructura física.
Venzamos el miedo y expresemos nuestra justa inconformidad ante lo que está ocurriendo en el país.