Me parece muy bien celebrar las fiestas de Quito en toda la ciudad y de distintas maneras. Lo que se vuelve inaudito e insoportable es el hecho de invadir la tranquilidad de las personas que habitamos, por ejemplo, los alrededores del parque La Carolina.
Tuvimos que soportar desde el día jueves 1 de diciembre, hasta el martes 6 de diciembre, las presentaciones de distintos grupos musicales en el transcurso de la tarde y noche, incluso durante todo el día. La mañana del 6 se presentaron grupos de metal y hard rock, que emitían gritos ensordecedores e incomprensibles. Es tal el nivel de ruido que se da por todo motivo, casi todos los fines de semana que se convierte en un atentado a la salud, viviendo con una contaminación auditiva intolerable! Los megáfonos, la música, el tráfico no nos permiten vivir en paz ni obtener descanso.
Pedimos a las autoridades que otorgan estos permisos que por favor regulen de mejor manera los espectáculos públicos y privados ya que nuestros nervios no resisten más.