Siempre me ha resultado interesante clarificar los conceptos que se manejan en las actividades cotidianas, especialmente cuando se trata de definiciones que utilizan a menudo los políticos para calificar a sus contendores.
La identificación típica de fascismo, ha sido la identificación con Hitler y Mussolini. Sin embargo, recurriendo a las páginas web que sirven de consulta, he encontrado definiciones que las voy a resumir para beneficio del público en general:
“El fascismo es una ideología y un movimiento político que surgió en la Europa de entreguerras (1918-1939) creado por Benito Mussolini.”
En resumen, la idea del fascismo es crear una especie de corporativismo estatal totalitario y un sistema económico completamente dirigido desde el Estado.
Su filosofía pretende que la razón esté sujeta y se doblegue ante la voluntad del Estado y de quienes ostenten el poder, es decir quienes hagan gobierno, recurriendo al concepto de nacionalismo mezclado con una forma sui géneris de lo que llaman un socialismo. Utiliza la motivación del revanchismo social como motor y motivación, lo que naturalmente desemboca en la violencia contra aquellos que el Estado defina como enemigos, haciendo uso de un aparato propagandístico perenne y martilleante.
Su ambigüedad ideológica permite ubicarlo en diferentes extremos: socialismo de Estado o como Capitalismos de Estado. El fascismo descalifica a la Democracia Liberal e igualmente ataca los movimientos obreros.
Diferentes enfoques fascistas pueden imprimir características únicas: religiosas, racistas, de esto existen ejemplos, el principal, el Nacionalsocialismo Alemán y su tinte racista en contra de los judíos.
Se ha calificado al fascismo como un “proyecto” que se fundamenta en exaltar la nación frente al indivduo. Suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único. Por esta razón, manifiestan su preferencia como la necesidad de un pensamiento único, uniforme, como la creación de un nuevo ser humano sometido a la voluntad del Estado.
El fascismo se caracteriza por su método de análisis o estrategia de difusión de juzgar sistemáticamente a la gente no por su responsabilidad personal sino por la pertenencia a un grupo.
El fascismo fomenta el odio contra un enemigo, real o imaginario y para ello exacerba los sentimientos de frustración, de revanchismo social o económico, utilizando medios de comunicación sumisos o controlados. En Alemania, según he leído, se llegó al extremo de querer cambiar las radios de los hogares por radios que únicamente pudieran sintonizar las estaciones estatales.
Una de las herramientas más utilizada por el fascismo es la educación, dogmatizada, completamente cerrada a ciertos conceptos, desnaturalizada, corrompe el cerebro para ponerlo al servicio de su ideología.Cualquier parecido con Cuba o Venezuela es pura coincidencia.