Solo faltan los rosados

La ciudad se encuentra abarrotada de taxis, ya sean amarillos con negro, con verde, amarillos propiamente dichos, como diría por allí el oficial policial, y algún otro color. La muy sabia decisión de pintarlos proviene de los burócratas que ven en las cosas superficiales elementos para ejercer control. Taxis son taxis del color que sean, el usuario no repara en el color al momento de necesitar sus servicios y por supuesto el conductor prestará sus servicios donde se los pare independientemente del color de la unidad. Solo faltan los taxis rosados conforme propusiera, de manera igualmente superficial, alguna distinguida edil.
El usuario más bien requiere tarifa justa y evitar la discrecionalidad del conductor, así sucede en ciudades importantes con personas capaces en el manejo edilicio.

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