Falta de dignidad

Conforme avanzan las investigaciones de la Fiscalía, aparecen más circunstancias y documentos que le comprometerían más aun, al Vicepresidente y a su tío, Ricardo Rivera.

Por ejemplo, Glas ha repetido en varias ocasiones que el “único vínculo” que habría mantenido en estos últimos años con su pariente ha sido su inevitable relación familiar; sin embargo, se descubre que el tío viajó a diferentes países en “representación oficial” del Ecuador, pese a que no tenía ningún cargo público, con el objeto, supuestamente, de concretar algunas inversiones de interés del Estado y concretamente de la Vicepresidencia, según lo señalan las comunicaciones cursadas con los eventuales financistas.
Adicionalmente a todo esto no hay que olvidar sus responsabilidades políticas y administrativas respecto a las áreas que expresamente habían sido delegadas por el expresidente, sobre todo en el sector petrolero donde se habrían encontrado no solo el pago de sobreprecios sino inclusive observaciones técnicas sobre la calidad de los trabajos ejecutados.
Pese a todo lo señalado, el Vicepresidente haciendo poco honor al cargo que desempeña, sigue en campaña, esperando que la justicia le dé la razón, olvidando que por delicadeza, sensibilidad y decoro, debería renunciar a su cargo al haber perdido la confianza de la ciudadanía, tal como lo hizo recién el vicepresidente del Uruguay, al descubrirse que había destinado USD
4 500 de los fondos públicos, a gastos personales.

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