Corrían los años sesenta, del siglo XX, cuando un político creó el 13er. sueldo. Nuestra alegría no se hizo esperar, pues el “aguinaldo navideño” ya no estaría sujeto a la buena voluntad de las empresas. Lo mismo ocurrió con la posterior creación del 14to. y del 15to. sueldos. Pero, esas alegrías duraron poco, ya que con la creación de estos beneficios (?) el nivel de precios fue en aumento.
En los últimos tiempos nos hemos visto atosigados de resoluciones, ordenanzas, acuerdos ministeriales y demás por parte de los organismos estatales, provinciales y municipales: el SRI, el Municipio de Quito, el Ministerio de Inclusión Laboral, y por fin, el Ministerio de la Producción. Este último publica un comunicado haciendo conocer el “salario digno”.
Solo algunas preguntas: ¿El salario impuesto por el Ministerio de Inclusión Laboral no era “digno”?; ¿Con la avalancha de impuestos, patentes, cobros y demás, no están creando una sobrecarga de los costos para los negocios pequeños y demás actividades productivas?, y por fin, señores mandatarios nuestros, “Vivir para contarla” y ¿No miran la experiencia que se ha tenido de los actos pasados?
Quien no conoce (o al menos no lee) la Historia, volverá a repetir desaciertos del pasado…