El Ecuador ha sufrido una gran pérdida. Un hombre cuyo intelecto no solo contribuyó al futuro del país sino que a la vez nos recordaba nuestra historia.
Yo siempre he mantenido que la muerte de uno no es su fin, pues el legado del Doctor Jorge Salvador Lara vivirá eternamente. Su legado como profesor, investigador, intelectual y amigo es lo que mantendrá su corazón siempre latente en esta tierra que él tanto amó.
Y el legado que él deja, que es evidente por su vida de estudio y servicio al Ecuador, es el resultado de una verdadera vocación por servir al país. Recordaremos a otros individuos fallecidos de esa misma generación quienes también han dejado un legado similar. Individuos como Walter Pitarque, Germánico Salgado, Jaime Cifuentes, Luis King, Juan Casals; todos hombres quienes estudiaron y trabajaron por el progreso del país y por ver al Ecuador salir adelante como una nación unida.
Y ahora, cuando la historia da la vuelta la página y una nueva generación surge al servicio del país tengamos presente la misma vocación y dejemos que sea el amor por la patria la que nos guíe. Es así que lo debemos recordar al Dr. Salvador, respetando su labor por un país mejor. Por mi parte, trabajaré para que su servicio no haya sido en vano y su visión de un Ecuador mejor se cumpla.